martes, 23 de enero de 2018

Mareas negras


El pasado domingo 14 se produjo el naufragio del petrolero iraní Sanchi después de arder tras un choque con un carguero a unos 300 km al este de Shanghái. El buque transportaba unas 136.000 toneladas de petróleo condensado que puede evaporarse por contacto con el aire y diluirse con facilidad en el agua. Es además incoloro, lo que dificulta su detección, sin perder su peligroso potencial. Podría provocar una catástrofe ecológica mayor en el mar de China oriental.

Solo tres cuerpos fueron recuperados de los 32 miembros de la tripulación, pero lo que se teme ahora es la marea negra, que no se sabe como actuará ya que es la primera vez que se vierte petróleo de este tipo. La mancha alcanza ya los 120 km de largo y Corea del Sur y Japón están en alerta por la posible llegada de agua contaminada a sus costas, donde viven numerosas especies.




Casos de vertidos petróleo y mareas negras se han dado también en España. Destacan dos casos:


  • Desastre del Urquiola
En 1976 se hundió el petrolero Urquiola en un puerto de La Coruña al encallar con unas rocas. Tras varias operaciones de rescate, el petrolero finalmente explotó. La mayoría de la carga ardió y se evaporó. Otra parte fue recogida en las costas, unas 4.500 toneladas contaminaron las rías, arruinando la pesca. Unas 2.500 toneladas quedaron pegadas a la costa.



  • Desastre del Prestige
El desastre del Prestige fue un derrame de petróleo en Galicia provocado por el hundimiento del buque petrolero Prestige en 2002. Este desastre ha sido considerado el tercer accidente más costoso de la historia, pues la limpieza del vertido y sellado del buque tuvieron un coste de 12.000 millones de dólares. Nunca se supo con exactitud la causa del accidente, aunque la tesis más aceptada dice que la rotura del casco se debió al desgaste de los materiales ante los envites del mar. En las 24 primeras horas del accidente, el Prestige vertió al mar entre 10.500 y 21.000 toneladas afectando a 190 km de la costa de La Coruña. Los vertidos continuaron hasta principios de 2003 y el volumen definitivo del fuel fue de 63.000 toneladas.

Diferentes expertos predijeron que la vida marina sufriría por la contaminación durante un mínimo de 10 años, especialmente en el caso de las aves y las tortugas marinas. Las actividades pesqueras sufrieron una pérdida en su productividad y se produjo un gran impacto en el ámbito de la salud debido principalmente a los hidrocarburos aromáticos, hidrocarburos saturados, resinas y asfaltenos que incrementaban el riesgo de padecer cáncer.
















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